A principios de los ochenta surgió en California un movimiento llamado Paisley Underground. Lo componían varias bandas que rechazaban los sintetizadores por un sonido rockero más tradicional, admiraban los conceptos irritables y rotundos del punk y además sentían una gran nostalgia por la psychedelia.

Dream Syndicate fue la formación que más destacó dentro de esta ideología. Trasladaban el sonido neoyorquino de la Velvet a California para fusionarlo con el rock más cotidiano. Estas dos corrientes, la experimental y la tradicional, tenían tanta importancia en su forma de entender la música que sus conciertos podían ser o bien machetazos punk acelerados que acababan en media hora o verdaderos trippis lentificados que atacaban directamente a la psique. Es preciso destacar las admirables y penetrantes letras de su vocalista Steve Wynn, más conocido actualmente que cuando era un post-teenager. Y, cómo no, la imaginación de Precoda a la guitarra.

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