Sus comienzos no fueron fáciles, se fundaron en 1990 siguiendo la estela del «revival» mod de la época y cambiaron de compañía un par de veces, e incluso grabaron en tres ocasiones el mismo disco, hasta que quedaron contentos con el resultado. Así apareció su álbum debut «Ocean Colour Scene» en febreRo de 1992, con las aportaciones de la guitarra de Steve Cradock, el bajo de Damon Minchella, la batería de Oscar Harrison y la voz y las guitarras de Simon Fowler. Ese primer trabajo ya mostraba su cara más psicodélica y contenía temas con muchísima fuerza, aunque pasaron totalmente inadvertidos.
No obstante, aunque las cosas parecían complicadas, el grupo nunca perdió la confianza en sus posiblidades y siguieron trbajando para salir de aquella crisis. El manager de OCS, que además era el padre de Steve (guitarrista), volvió a hipotecar su casa para asegurar el futuro de la banda y, poco después, empezaron a trabajar en el álbum que cambiaría sus vidas para siempre.

Mientras tanto, el mismísimo Paul Weller colaboró con Cradock y el bajista Minchella participó en la grabación del álbum de Weller Wild Wood (1993). Impresionado por el talento de ambos músicos, les llevó con él de gira y les invitó a participar en sus tres discos posteriores.

Esto fue el toque de varita mágica que necesitaban. En Agosto de 1994, Ocean Colour Scene fueron los teloneros de Oasis en su gira «Live Forever» y un año después firmaron contrato con la compañía MCA. En el 96, seis años después de su creación, el grupo alcanzaba el éxito masivo en el Reino Unido con The Riverboat Song, el tema que terminó de descubrir al grupo que mantenía viva la llama del rock & roll según las palabras de su amigo Noel Gallagher de Oasis.

Un par de meses más tarde salía a la luz el álbum completo «Moseley Shoals», un ejercicio de R&B que recordaba a los míticos Small Faces, y que también sonaba a Beatles y a Stones. A finales del 97 llegó Marchin’ Already que con canciones como Travellers Tune, Better Day o Debris Road seguía la línea musical de su predecesor, y desde entonces han rodado su directo por toda Europa.

Ya seis meses antes, y animados por su creciente números de seguidores, editaron el recopilatorio B-Sides: Seasides & Freerides, que junto a caras b de sus singles mostraba piezas inéditas que permanecieron ocultas durante años.

Finales del 99 fue la fecha para la publicación de One From the Modern, que vino anticipado por el single Profit In Peace. Una canción escrita durante la guerra de Kosovo que supone una llamada a la compasión, a la tolerancia, en definitiva un himno de paz. Por tan buena causa colaboraron los coros los hermanos Griffith, componentes del grupo The Real People, que participaron desde el momento en que Simon Fowler puso en marcha esta idea, mientras él componía veía los resultados en sus voces.

A principios del 2001 llega Mechanical Wonder, su quinto trabajo discográfico. Quizá éste sea su álbum más reflexivo y profundo del grupo, demostrando la madurez que sólo surge de la experiencia y la regularidad. El disco fue grabado en tan sólo tres meses en Gales, lo que llega a ser todo un récord para estos chicos, quienes estaban acostumbrados a grabaciones más largas (la banda tardó en grabar One From the Modern más de nueve meses, por ejemplo).

Respecto a este trabajo, los miembros de OCS han señalado que suena exactamente como lo que son, «un auténtico grupo». Sin duda, a ello contribuyen temas como Up on the Downside, Sail on My Boat o In My Field, en los que resulta evidente la gran experiencia del cuarteto.

Damon Minchella abandonó el grupo en 2003, siendo temporalmente reemplazado por Gary Mounfield. Posteriormente, Dan Sealey ocupó su plaza de forma permanente. Además también se unió al grupo un segundo guitarrista: Andy Bennet, convirtiendo al cuarteto en una banda de cinco miembros.

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