Si el folk es raíz y lo electro futuro Le Parody (le par<ó>dy) tiende un puente entre medias y lo cruza para traerse de un lado y otro piezas con las que fabricar sus canciones. Entre lo tecnológico y lo melodramático, usando sílabas en castellano, estructuras sin estribillo y sólo instrumentos que quepan en una maleta de mano (un ukelele, un sampler lleno de beats, glitches, trozos de películas, pedales), Sole Parody, voz y apellido del proyecto, habla del desamor, del cuerpo, del baile. Describe un lugar entre desiertos y ciudades vigiladas hasta el que ha llegado cargada con un ecléctico bagaje musical: sentires flamencos de Granada, electrónica de Los Ángeles, punk feminista de Madrid, souvenirs del underground de Zrenjanin. Frank Santiuste viene de Cuba y la acompaña a la trompeta. Juntos recorren escenarios de salas, salones, solares, hoteles, lavanderías, parkinglots, rincones subterráneos de Madrid y sus periferias, cunetas de carreteras hacia el sur. Y allí donde van tocan y bailan.

Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Al continuar en nuestra web aceptas nuestra política de cookies.