Ultrarouge

La escena musical malagueña lleva ya unos cuantos años beneficiándose del toque chic parisino con denominación de origen que le aporta Thalia Be, una cantante nacida en París, de padre español y madre francesa. Thalia hizo de las suyas durante muchos años al frente los malagueños Addictive Larsen, pero su carisma y esas maneras vocales tan de French diva bien merecían un proyecto creado a medida.


Y eso es justamente Ultrarouge, una banda de esas en las que todo está montado para que lo que trascienda sea la imagen poderosa de su frontwoman, por más que en la música, los arreglos y la producción también pese –y mucho- la aportación de Mr. Conde (líder de Santos de Goma). El proyecto se formó a partir de la pasión que Thalia y Conde comparten en torno a Serge Gainsbourg (recordemos que el legado más memorable de Addictive Larsen fue, precisamente, una versión del Bonnie and Clyde). Sin embargo, en Ultrarouge la chanson no es precisamente el ingrediente principal, sino una especia añadida que da cierto regusto a un guiso más marcado por un electropop con mordiente en la onda de bandas como Vive la Fête o Les Rita Mitsouko. Las canciones se alternan entre el inglés y el francés (haciendo compañía en el frente lingüístico a The Birkins), idiomas en los que Thalia defiende con soltura unas interpretaciones que, como sucedía con las “chicas Gainsbourg”, valen más por su personalidad y por su aire provocador que por sus valores técnicos. De lo que podríamos entender como el toque francés más clásico se detecta algo en el estribillo juguetón de Le voyage, en la balada acústica La ballade des robots y en la fantástica Je marche à l´envers, que pasa por ser de lo mejorcito del disco. Es una pena que no hayan abundado más en la mezcla de sus influencias principales, y que a veces parezca que estamos ante dos bandas diferentes luchando por hacer prevalecer su discurso, porque la cosa podría haber acabado siendo mucho más sugerente. Con todo, este debut sitúa a Ultrarouge como una propuesta con bastantes cosas que añadir al panorama, y a buen seguro que hará que Thalia sea por fin una presencia a tener en cuenta dentro del panorama indie nacional.

Por Sergio Miro