No hay caudalosos ríos en el desierto de Almería. Sin embargo, a David, Paco, Antonio y Alberto les gusta transitar por las sosegadas aguas que transportan el más equilibrado pop de raíces británicas.

Como todo tiene una explicación, la anglofilia de The Real Me tiene un sentido lógico. David Bailey, cantante y guitarra acústica de la banda, nació en Woking, una pequeña ciudad del condado de Surrey, a 40km de Londres, con un pasado marcadamente industrial. La vida le acabó a un pequeño rincón del Mediterráneo llamado Almería y fue allí donde se produjo la conjunción de astros que ha dado como resultado a una banda como The Real Me.

Bailey se encontró con Paco García, Antonio Medina y Alberto Bonillo. Todos los caminos venían y llevaban a un sitio parecido: al pop de reminiscencias 60’s y 70’s que revisa actitudes y planteamientos de referentes como Ocean Colour Scene, Teenage Fanclub, Big Star, Paul Weller y sus The Jam, Oasis o The Beatles. Los cuatro cultivan con exquisitez su pasión por las melodías construidas con la precisión de un escultor de escalas. Veneran las armonías, la confortable calidez de las guitarras acústicas y el devaneo por las frases escritas sobre trastes que ya conformaban una de las características del sonido de Moon Unit, la banda que Bailey compartía con Paco García.

Soul on Fire, el disco que constituye el debut grabado de la banda, es ese manifiesto de sonidos deliciosos que se visten con letras que van de lo perecederas que son, para mal pero sobre todo para bien, las etapas de la vida a la obsolescencia del amor pasando por el vacío que dejan los que se fueron antes de tiempo. Es la vida, al fin y al cabo, pasada por el prisma que con el que el sol del sur desnuda al árido terreno en el que The Real Me ve pasar los días.