Capitán Sunrise son un grupo de POP con mayúsculas (Indie, Soft, Sunshine, Twee, Melodramatic…) Con nombre de superhéroe y de montaña del californiano parque de Yosemite al amanecer, llevan haciendo melodías desde hace unos pocos años. La banda está formada por Santi, Miguel, Noelia, Laura y Sergio, y da sus primeros pasos en Madrid en 2009 (aunque varios de sus miembros vienen de Zaragoza, como su compositor y cantante, Santi Diego que inicia la banda junto a su guitarrista principal Miguel Sánchez), pero no es hasta 2010 que publican su primera referencia discográfica, un EP autoeditado de seis canciones englobadas bajo el título de ‘Corazón de Superhéroe. Por el camino se hacen con un pequeño séquito de fieles seguidores y consiguen quedar terceros en el concurso del Festival Contempopránea para encontrar al “Grupo Revelación Nacional 2010″.
La inmediatez de sus melodías, sus armonías vocales y su pop elegante y melódico no pasan desapercibidos y en 2012 reciben la propuesta de Elefant Records para grabar un single de color rojo en vinilo de 7″ que se incluye en la colección New Adventures in Pop de la discográfica independiente: ‘El Chico Más Guapo de la Galaxia’.
El single (producido por Manel Ibañez y Gerdad Civat: Megaafonía, Cola Jet set, Los Gerónimo…) se convierte en objeto de adoración para los amantes del pop más melódico y elegante, y despide aromas a Aventuras de Kirlian, Cola Jet Set, Belle and Sebastian, Brian Wilson, La Buena Vida, Niza, Astrud, Family, Club 8 o The Smiths. La canción que da título al single es un chute de luz y vitalidad, con toques surf y aires abiertamente sixties, que recuerdan a la riqueza armónica de The Hollies, la efectividad y el tino melódico de Jan & Dean y la frescura de BMX Bandits ó La Casa Azul. La Montaña Rusa, la primera canción de Capitán Sunrise que suena en la radio y la primera que graban como grupo, es un homenaje a la música pop, llena de ecos sixties y guitarras indie-pop con referencias a libros y discos y con un aire melancólico lleno de dulzura. Otro de los temas, La Merienda, fue sintonía del programa de radio de Agustín Fuentes, director del Festival Contempopránea, con sus coros entre el doowop y el yeye, como si Augusto Algueró hubiera dejado para la posteridad la banda sonora del remake de “Grease”. Un estribillo inolvidable, tarareable hasta la saciedad. Por último El Otoño, una canción que habla sobre una persona que necesita irse a recorrer el mundo para poner espacio y que su vida vuelva a encauzarse, recupera esa tristeza dulcificada que con tanta maestría han usado bandas como Nosoträsh, o Serpentina, con la elegancia en las melodías de Dusty Springfield y los arreglos de She & Him, jugando con las voces como unos Beach Boys cándidos, cerrando un single delicioso, perfecto, al que no le sobra ni un segundo, ni un arreglo, ni un parapapapá.
Sin duda están llamados a convertirse en uno de los nombres clave de la escena pop española. Han recorrido la geografía española tocando en fiestas del sello Elefant y en muchas salas importantes de la capital como Siroco, Costello, Clamores… y en otras ciudades como Zaragoza, Barcelona, Málaga ó Albacete. Han actuado en festivales como el Contempopránea, Sonorama, Madrid Pop Fest, Plastidepop, Wildweekend y también fuera de nuestra geografía, en el mítico Cavern Club en Liverpool dentro del festival IPO (International Pop Overthrow) 3 años consecutivos.
Ahora están ansiosos por entregar una nueva dosis de esa terapia de luz llamada Capitán Sunrise, con nuevas canciones en formato largo que verán la luz en este 2014 (producidas por Carlos René y con diseño de Gorka Olmo) de la mano del sello Discos de Kirlian y que caminan por terrenos inexplorados hasta ahora por la banda (desde toques electrónicos a lo Carlos Berlanga, Parade, J-pop, pasando por toques con aires y armonías retro a los Beach Boys, Jean and Dean, La Costa Brava, The School…,hasta las melodías más intimistas, elegantes y costumbristas propias de Vainica Doble, Astrud Gilberto, The Smiths y la melancolía del Donosti sound propio de La Buena Vida, Family ó Le Mans…, y siempre manteniendo ese pop melódico, tan suyo, como hilo conductor.
