Silvestre Dangond - Biografía

<< No es un artista ni un cantante mas — entre miles — el personaje que tiene estupefactos a los conocedores del buen vallenato, que en poco tiempo ha sabido ocupar el lugar de honor destinado para pocos. Silvestre Francisco Dangond Corrales es un muchacho prodigioso y un intérprete nutrido en las más puras corrientes vallenatas. Y ante todo, un músico excepcional, una persona conciente de conservar las raíces que hicieron grande el folclor de la tierra de Francisco el hombre. Si a lo anterior se añade una privilegiada inteligencia musical y una sensibilidad excepcional, que le permiten advertir todos lo movimientos de su agrupación musical y perfilarlos mediante un don intuitivo certero y casi infalible, comprenderemos con facilidad la fascinación que ejerce sobre quienes tienen la oportunidad de observarlo en sus presentaciones musicales. >> Escribe Javier Fernández Maestre del célebre músico Vallenato.

Mi Vida

Dangond Corrales, nacido en el municipio de Urumita (La Guajira), un 12 de Mayo de 1980, es hijo del otrora cantante William José Dangond Baquero, quien a mediados de la década del setenta, hiciese pareja musical con Andrés “El Turco” Gil, dejando en el recuerdo diez sencillos y un trabajo musical completo. Su madre, Dellys Corrales Rojas, nacida en el seno de una familia con vocación musical, de quien seguramente heredó el carisma que irradia cada vez que sube una tarima, recibiendo además de su parte, una esmerada educación formal y personal, fruto de lo cual recibe a los 18 años el titulo de bachiller académico en el liceo del Caribe en la ciudad de Valledupar.

Fue precisamente al lado de ella con quien pasó su primer año de vida en casa de los abuelos paternos, este contacto con la vida de pueblo es lo que seguramente aporta a sus composiciones, la frescura, naturalidad y sinceridad que constituyen lo mejor de su estilo. Un año más tarde, en 1982, sus padres ven la necesidad de formalizar un hogar independiente, decidiendo radicarse en la ciudad de Valledupar. << La niñez de Silvestre – Relata su madre — fue una infancia muy bonita, era un niño muy amable que se hacia querer de todas las personas, encontrando en su familia un apoyo constante, debido a su particular espontaneidad y naturalidad a la hora de expresar sus sentimientos. Mostrando desde siempre un interés excesivo por la música vallenata, llegando en muchas ocasiones a escaparse en horas de la noche, si por donde estuviese pernoctando escuchaba las notas alegres de un acordeón. >>.

Sus estudios escolares los iniciaron en el Jardín Nacional, donde se caracterizó por su simpatía y buen compañerismo, seguidamente adelantó los años de la educación básica primaria en el Colegio Colombo-Ingles y la finalizó en el Colegio Parroquial El Carmelo. En ese momento su afinidad por el vallenato se desarrollaba de tal manera, que para ese entonces ganaba los primeros premios es los festivales de canto infantiles que se realizaban en la ciudad de Valledupar. << El talento innato que tiene Silvestre — Refiere su padre – es algo que siempre ha ido cultivando, desde muy temprana edad se le veía entonando las canciones de su padrino Jorge Oñate. Recuerdo con emoción como a los 13 años graba una canción dedicada a Valledupar de la autoría de Juvenal Daza. >>

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