Una estrategia de marketing bastante eficaz a la hora de promocionar a un artista es la de envolverlo en un halo de misterio, y el anonimato o el uso de pseudónimos suelen ser estrategia bastante recurridas. Este ha sido el caso de gente como Daft Punk o el colectivo Underground Resistance, gente que se crearon un “alter ego” rodeado de gran misticismo para atraer al gran público. Este ha sido el caso de Rex The Dog, cuya verdadera identidad, Jake Williams, permaneció oculta durante mucho tiempo tras ese pseudónimo deudor de una serie de televisión, cuyo protagonista era un pastor alemán detective. Ahora sabemos que se trata de un inglés amante de los sonidos rave, electro, techno-pop y la gran influencia que todos estos estilos tienen en su obra, dando como resultado un sonido dificimente clasificable. Un sonido novedoso, un artista anónimo, los ingredientes parecen servidos para tener delante a una nueva star, o quizás un nuevo objeto de culto.

Durante mucho tiempo, este artista ha sacado al mercado varios EP’s, como por ejemplo el Prototype EP o el Frequency EP, ambos publicados en el archifamoso sello de la ciudad de Colonia llamado Kompakt, llenos de un sonido muy característico, de gran calidad y que podría ser catalogado como electro o, incluso, maximal. Ambos EP’s han sido pinchados por todo el mundo por gente como Tiga, Erol Alkan, 2 Many DJ’s, Michael Mayer y un largo etc. También se ha dedicado a pasearse, él mismo, en persona, por las pistas de baile de medio mundo, al igual que por aclamados festivales. Un buen ejemplo es, sin duda, la cantidad y calidad de artistas que ha remezclado, entre los que se encuentran Mylo, The Prodigy, Soulwax, Client, Depeche Mode o The Knife.

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