La voz y los teclados del acordeón y del piano son los instrumentos de Pascuala Ilabaca, música de Valparaíso que se dedica a la composición contemporánea, las tradiciones étnicas del mundo y la raíz folclórica chilena. Dos de esas vertientes están registradas en el disco Caleidoscopio (2005), compartido con otros compositores de Valparaíso, y en su propio Pascuala canta a Violeta (2008), definido como un homenaje a Violeta Parra, al tiempo que ella recoge además la influencia del legendario cantante porteño Álvaro Peña, de quien también ha recreado canciones.

Pascuala Ilabaca nació en 1985 y, al igual que compositoras como Francesca Ancarola, va y viene entre los ámbitos académicos y populares de la música. Fue alumna de Eduardo Cáceres en el Instituto de Música de la Universidad Católica de Valparaíso, y de esa escuela surgen las obras «Música para mirar desde el tren», para piano y tabla hindú, y «Siete minutos para Elmar Gris», para piano y voz, sus dos composiciones en el disco Caleidoscopio, Música contemporánea de la Región de Valparaíso (2005).

Allí figura como la más joven de un conjunto de autores al lado de Cristián Retamal (1979), Bryan Holmes (1981), Jaime Frez (1982) y Sebastián Ramírez (1982). En el mismo ámbito contemporáneo inscribe además las obras «Caravana», para clarinete, trompeta y piano, y «Juncos», para coro femenino con texto en mapudungun, estrenada en agosto de 2007 en el Teatro Municipal de Valparaíso.

Al mismo tiempo actúa con frecuencia en festivales, versiones de los Carnavales Culturales de Valparaíso, escenarios de las Escuelas de Rock como el Rockódromo del mismo puerto y el museo La Sebastiana. Desde 2007 ha presentado en Santiago y Valparaíso un repertorio de canciones de Violeta Parra junto a los músicos Cristián Retamal (guitarra, cuatro y voz) y Jaime Frez (percusiones y programación), que es el antecedente de su disco Pascuala canta a Violeta, lanzado en mayo de 2008.

Pascuala Ilabaca es además parte de Samadi, un grupo de música étnica iniciado en 2005, cuyo nombre significa estado de trance, y que recopila repertorios de India, África, Latinoamérica, Arabia y Europa. Son distintas fuentes para la música de esta artista, de quien el citado Eduardo Cáceres escoge un rasgo para destacar en la reseña del disco Caleidoscopio: «a Pascuala y su autenticidad».

—David Ponce.



En 2010 edita su álbum «Diablo Rojo Diablo Verde».

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