Obtuvo un notable éxito a principios de los 80 como teclista de Alaska y los Pegamoides, donde se convirtió en la pareja sentimental de Eduardo Benavente.

Tras la separación de Pegamoides formó parte de Parálisis Permanente, grupo formado por su novio Eduardo Benavente, inicialmente como «artista invitada». En 1982, grabó por primera vez un maxisingle «Los celos se apoderan de mí» como voz solista ayudada por Eduardo que tocó todos los instrumentos (aparte del teclado tocado por Ana Curra), hizo coros y colaboró en la producción. Una vez que Nacho Canut decidió concentrarse en Dinarama, Ana Curra se integró totalmente en Parálisis y, de hecho, compuso la mitad de los temas de «El acto», primer larga duración del grupo. Con Parálisis se encumbró a lo más alto del afterpunk siniestro en España. Al fallecer Eduardo en un trágico accidente de coche, ella siguió su carrera musical con Seres vacíos editando dos maxis «Luna nueva» y «Recuerda». En 1985, grabó un maxi «Una noche sin ti», ya como Ana Curra en solitario, con el que saboreó las mieles del éxito. Tras varios problemas con su discográfica, lanzó su primer LP «Volviendo a las andadas» del que se extrayeron dos singles, «Rien de rien» y «En esta tarde gris» con una casi nula promoción. Esto hizo que dejara la música profesional definitivamente, si bien dejó una puerta abierta para el futuro («volveré»).

Actualmente es profesora de piano en el conservatorio de Madrid. Su amistad con Olvido Gara y los demás colegas de los tiempos de la movida es inquebrantable.

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